El cuerpo humano es sumamente poderoso, sin embargo, esto no quiere decir que no esté en riesgo de adquirir algún mal que pueda dañarlo. Muchas veces no está en tus manos, pues existen enfermedades que llegan sin motivo alguno, simplemente a habitar tu cuerpo.
El lupus es uno de estos padecimientos sorpresivos y aunque no lo puedes prevenir, sí existe un tratamiento para que tengas una vida plena y feliz. Es importante que te hagas pruebas, por lo menos, anualmente para descartar cualquier problema que pueda poner en riesgo tu salud, o en caso de que haya algo extraño, sea detectado a tiempo y recurrir a las herramientas necesarias.
El lupus eritematoso sistémico (LES), es una enfermedad autoinmunitaria, es decir, el sistema inmunitario de tu cuerpo ataca –por error– a tu tejido sano. Todo este proceso puede afectar severamente a tu piel, tus articulaciones, tus riñones, tu cerebro, corazón, y otros órganos.
Esta enfermedad afecta de forma distinta a cada persona que la padezca y, por desgracia, los efectos pueden presentarse desde leves hasta sumamente severos. En la mayoría de los casos, el lupus es mortal.
Por lo regular, son mujeres jóvenes las que padecen lupus, y lo adquieren a final de su adolescencia hasta los 45 años. Algunos estudios han demostrado que el lupus puede surgir porque el estrógeno (hormona femenina) está sumamente relacionado con la enfermedad. También es importante mencionar que el lupus tiene períodos de exacerbación y de remisión, es decir, de ausencia parcial o completa de síntomas.
¿Cómo saber si tienes lupus?
Generalmente, los síntomas de esta enfermedad son crónicos y, normalmente, hay recaídas, sin embargo, cada persona los presenta de forma distinta. Estos son:
– Erupción mala: erupción con forma de mariposa que, generalmente, aparece en el puente de la nariz y en las mejillas.
– Erupción discoide: erupción sobreelevada que surge en la cabeza, los brazos, el tórax o la espalda.
– Fiebre.
– Inflamación de las articulaciones.
– Dolor de articulaciones.
– Sensibilidad a la luz solar.
– Pérdida de cabello.
– Llagas en la boca.
– Líquido acumulado alrededor del corazón, pulmones y otros órganos.
– Problemas renales.
– Disminución del número de glóbulos blancos o de plaquetas.
– Fenómeno de Raynaud: trastorno en el que se producen espasmos en los vasos sanguíneos de los dedos de las manos y los pies, provocados por frío, estrés u otra enfermedad.
– Pérdida de peso.
– Disfunción nerviosa o cerebral.
– Anemia.
– Falta de apetito.
– Energía escasa.
– Glándulas inflamadas.
Es importante que consultes a un médico para un diagnóstico más claro, para que, en caso de que padezcas lupus, seas tratado a tiempo debido a que es una enfermedad sumamente complicada. Por desgracia, no existe cura, pero sí un tratamiento que debe ser asignado por un especialista.
Fuente: CULTURA COLECTIVA
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