Cuerpos de padre e hija llevados a casa mientras Trump es culpado por el caos fronterizo

Los cuerpos de un joven padre y su pequeña hija que se ahogó en el Río Grande han sido repatriados a su nativo El Salvador,

dos días después de que imágenes impactantes de su muerte abatieran el debate galvanizado sobre la crisis migratoria de Estados Unidos.

Envueltas en bolsas blancas, Óscar Martínez, de 26 años, y Valeria, de 23 meses, fueron primero transportadas por carretera y luego por aire, acompañadas por la fallecida esposa de Martínez, Vanessa

Ávalos, de 21 años, quien había estado parada indefensa en la orilla del río cuando ella la amaba. Los que fueron arrastrados por la corriente.

Mientras los cuerpos hacían su sombrío viaje el jueves, un veterano trabajador humanitario de EE. UU.

Que dirige un refugio en la ciudad mexicana de Matamoros, donde murieron, acusó a Donald Trump de causar el caos en la frontera entre los EE. UU. resultado.

Larry Cox, el director fundador del refugio Casa Bugambilia en Matamoros, habló sobre los terribles peligros que enfrentan los migrantes y culpó a Trump por avivar los temores de los extranjeros en los EE. UU.

Y no poder hacer frente al aumento de familias que cruzan la frontera.

La administración de Trump ha impedido severamente que las personas soliciten asilo y está deteniendo a quienes cruzan la frontera ilegalmente, al tiempo que intenta imponer una política de hacer que los migrantes esperen en México mientras se procesan sus casos legales.

Cox dijo: “No hay nada que pueda decirle al presidente Trump que traiga un significado a esta crisis. Creo que las personas en esta administración han tomado una decisión acerca de lo que van a hacer con el asilo “.

Martínez, de 26 años, y su hija, que habían viajado desde El Salvador, murieron juntos en el río que divide a México de Texas luego de no poder solicitar asilo en el puerto de entrada de los EE. UU., Como era su derecho según el derecho internacional.

Cox criticó la represión de la inmigración, pero también dijo que las agencias federales como la patrulla fronteriza y la aplicación de la ley de inmigración “necesitan a alguien a cargo que sepa cómo lidiar con el aumento de inmigrantes”. El presidente no es esa persona ”.

Cox estableció el refugio Casa Bugambilia con su esposa, un médico, en 2004, luego de varios años de voluntariado en Matamoros, al otro lado de la frontera de Brownsville, Texas.

Inicialmente, la pareja comenzó el refugio para las personas en la ciudad que necesitaban servicios médicos básicos.

Pero Cox dijo que decidió abrir el refugio a los migrantes en octubre pasado cuando vio cómo fueron bloqueados en los puentes internacionales por la práctica conocida como “medición”, límites estrictos que obligan a las largas demoras de quienes esperan ser entrevistados mientras solicitan asilo.

Cox dijo: “Se puede hacer que sea muy difícil y peligroso para los solicitantes de asilo tratar de llegar a los EE. UU.,

Pero si el nivel de peligro es mayor en América Central, no se les desalentará a cruzar [la frontera]”. La solución está en ayudar a estos países a proporcionar mejores condiciones de vida para sus ciudadanos “.

Actualmente, Cox está recibiendo atención médica en los EE. UU., Agotado por los meses de estar abrumado por tratar de ayudar a las familias afectadas que pasan por Matamoros.

El hombre de 69 años le dijo a The Guardian que le preocupa que los inmigrantes regresen a su refugio mientras él está ausente y sobre la viabilidad del refugio.

“Somos una organización sin fines de lucro que ahora sirve a los solicitantes de asilo”, dijo.

Calculó que el refugio ha ahorrado a los contribuyentes de los EE. UU. Más de $ 1 millón, haciendo un trabajo desesperado que el gobierno de los EE. UU.

No tomará las medidas necesarias para evitar o para hacer frente a sí mismo.

“Eso para mí es una locura”, dijo. Añadió: “Estamos albergando personas a nuestra costa y eso está haciendo feliz a Trump”.

Dijo que estaba muy molesto al escuchar acerca de la muerte de Oscar Martínez y Valeria, dos de las docenas de inmigrantes que se han ahogado en el Río Bravo este año.